La piel, como el órgano de barrera más grande del cuerpo humano, está constantemente expuesta a estrés ambiental y psicológico. Esto genera una acumulación de radicales libres que puede superar la capacidad protectora de la piel, dejándola vulnerable a daños adicionales. Afortunadamente, estos efectos pueden ser reparados y protegidos gracias a nuestra propia red antioxidante y sistema de desintoxicación, en el que el glutatión desempeña un papel fundamental.
El glutatión actúa como un reservorio de actividad antioxidante, estimulando la utilización y el reciclaje de otros antioxidantes cutáneos, como las vitaminas C y E. Además, es esencial para la desintoxicación y eliminación de xenobióticos (contaminantes) y participa en la reparación del daño oxidativo. También tiene un papel importante en las funciones inmunológicas y en la melanogénesis de la piel. Sin embargo, los niveles reducidos de glutatión en la piel están asociados con el envejecimiento y el estrés oxidativo, resultado de la acumulación de radicales libres.
Por ello, es altamente deseable aumentar sus niveles. Existen «precursores tópicos de glutatión», una colección de ingredientes activos biológicos que pueden elevar el nivel de glutatión endógeno, protegiendo así la piel contra diversos estreses, como la radiación UV y la contaminación.
Se han desarrollado con éxito precursores de aminoácidos de glutatión, compuestos por L-cistina, L-glutamina y glicina. Estos muestran efectos protectores contra el estrés oxidativo que superan los del ácido ascórbico. Además, mejoran notablemente la luminosidad de la piel y reducen tanto el contenido como la deposición de melanina bajo la exposición a rayos UVB, restaurando los cambios inducidos por la radiación UVB en la expresión de genes relacionados con la pigmentación, la inflamación y el envejecimiento.
J Eur Acad Dermatol Venereol. 2024 doi: 10.1111/jdv.19717.